viernes, 10 de abril de 2009

La Copa De Las Hadas del Bosque





Poema La Copa De Las Hadas de Rubén Darío

¿Fue en las islas de las rosas,
en el país de los sueños,
en donde hay niños risueños
y enjambre de mariposas?
Quizá.

En sus grutas doradas,
con sus diademas de oro,
allí estaban, como un coro
de reinas, todas las hadas.
Las que tienen prisioneros
a los silfos de la luz,
las que andan con un capuz
salpicado de luceros.


Las que mantos de escarlata
lucen con regio donaire,
y las que hienden el aire
con su varita de plata.
¿Era día o noche?


El astro
de la niebla sobre el tul,
florecía en campo azul
como un lirio de alabastro.
Su peplo de oro la incierta
alba ya había tendido.
Era la hora en que en su nido
toda alondra se despierta.



Temblaba el limpio cristal
del rocío de la noche,
y estaba entreabierto el broche
de la flor primaveral.
Y en aquella región que era
de la luz y la fortuna,
cantaban un himno, a una,
ave, aurora y primavera.


Las hadas? aquella tropa
brillante?, Delia, que he dicho,
por un extraño capricho
fabricaron una copa.
Rara, bella, sin igual,
y tan pura como bella,
pues aún no ha bebido en ella
ninguna boca mortal.


De una azucena gentil
hicieron el cáliz leve,
que era de polvo de nieve
y palidez de marfil.
Y la base fue formada
con un trémulo suspiro,
de reflejos de zafiro
y de luz cristalizada.


La copa hecha se pensó
en qué se pondría en ella
(que es el todo, niña bella,
de lo que te cuento yo).
Una dijo: ?La ilusión;
otra dijo: ?La belleza;
otra dijo: ?La riqueza;
y otra más: ?El corazón.
La Reina Mab, que es discreta,
dijo a la espléndida tropa:
?Que se ponga en esa copa
la felicidad completa.


Y cuando habló Reina tal,
produjo aplausos y asombros.
Llevaba sobre sus hombros
su soberbio manto real.
Dejó caer la divina
Reina de acento sonoro,
algo como gotas de oro
de una flauta cristalina.
Ya la Reina Mab habló;
cesó su olímpico gesto,
y las hadas tanto han puesto
que la copa se llenó.


Amor, delicia, verdad,
dicha, esplendor y riqueza,
fe, poderío, belleza…
¡Toda la felicidad!…
Y esta copa se guardó
pura, sola, inmaculada.
¿Dónde?
En una isla ignorada.
¿De dónde?
¡Se me olvidó!…


¿Fue en las islas de las rosas,
en el país de los sueños,
en donde hay niños risueños
y enjambres de mariposas?



Esto nada importa aquí,
pues por decirte escribía
que esta copa, niña mía,
la deseo para ti.



4 comentarios:

Arwen dijo...

Madre mia que belleza Carmen!!! me ha gustado mucho el relato y las imagenes...te felicito por la entrada, me encanta venir por aqui es un placer..besitos guapa

Carmen dijo...

¡Muchas gracias Arwen! Me alegro de que te guste. Me dan muchos ánimos tus comentarios, ya que tu página es preciosa, y la verdad es que os tengo como una especie de guía para empezar con el mío. Muchas gracias de nuevo, y besiños.

Raven dijo...

No se cómo lo haces pero cada vez que entro en tu casa me sorprendes de nuevo. Menuda presentación has preparado, preciosa corazón, el poema, las imágenes y el original slide que has hecho, me encanta todo. Cada vez te pones a ti misma el listón más alto y siempre lo superas. Estoy deseando ver lo próximo con lo que nos sorprendes. Un beso enoooorrrme, Raven

Carmen dijo...

Muchas gracias Raven. Todo esto lo hago con la ilusión que vosotr@s, que me visitais, y me dejais comentarios, me dais. Me encanta que os guste, y siempre estoy pensando qué voy a hacer para que os siga gustando. Aunque sé que a tí siempre te gustará, corazón. Muchísimos besiños.

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